Foto: www.wisegeek.com
Al llegar al aeropuerto, me quedé solo
por primera vez en varios meses. Pensé en lo del día anterior: en lo que
significaba una pulsera roja, en lo que pudo ser una broma muy pesada…, o la
mala interpretación de una costumbre ancestral por parte de dos indios
ignorantes. Saqué mi portátil y me metí a internet. Tenía una duda: ¿qué era lo
que nos estaba diciendo esa china maligna? Sabía que eso me daría una clave
para entender todo el misterio del funeral. Me demoré una hora buscando en el
traductor de Google, hasta que por fin di con una frase coherente: Wǒ tǎoyàn làjiāo (我讨厌辣椒), “odio el picante”.
Me reí, y me volvió el alma al cuerpo…
@jarolys, 2014
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